El inicio de la temporada de recolección de aceitunas en la provincia de Sevilla augura una campaña más prometedora que la anterior, que se vio afectada por la escasez de agua, con una estimación de alrededor de 500.000 toneladas de aceitunas y la generación de empleo para unas 45.000 o 48.000 personas.
Manuel Ponce, secretario general de UGT FICA Sevilla, y Emilio Terrón, secretario del Sector Agrario de UGT FICA Andalucía, han anunciado el inicio de la temporada de recolección de aceitunas en la provincia de Sevilla, que comienza con la variedad gordal, seguida de la manzanilla la próxima semana y finalmente la hojiblanca, en una campaña que se extenderá aproximadamente un mes y que se espera sea más favorable que la anterior, afectada por la falta de agua.
Se espera una producción de alrededor de 500.000 toneladas de aceitunas, cifra superior a años anteriores, gracias principalmente a las lluvias del pasado mes de marzo, con alrededor de 240.000 o 250.000 toneladas de aceitunas de verdeo y entre 150.000 y 270.000 kilos de aceitunas de manzanilla.
El sindicato estima que esta campaña generará empleo para unas 45.000 o 48.000 personas, con un aumento del 25 por ciento en la contratación, aunque con una duración de recolección más corta. Se ha advertido a los empleadores de que no se debe a la falta de mano de obra, sino a las condiciones laborales poco atractivas que ofrecen, aspecto que se ha atribuido al convenio colectivo firmado por Asaja Sevilla y CCOO, del cual UGT se ha desvinculado por considerar que no refleja adecuadamente las necesidades de los trabajadores agrícolas.
Por otro lado, se ha destacado que en la provincia hay alrededor de 120.000 personas en el censo agrícola, siendo el 60 por ciento mujeres, y se ha alertado sobre una disminución en la contratación de mujeres en los últimos años, a pesar de su participación histórica en este tipo de campañas y su desempeño igual al de los hombres.
Además, se ha denunciado un posible fraude por parte de los empleadores en la declaración de las jornadas trabajadas en el campo, instando a la Inspección de Trabajo a verificar los kilos recolectados con las jornadas declaradas una vez finalizada la campaña para tomar medidas contra cualquier irregularidad.