Como periodista, me hago eco de la preocupación de once asociaciones de vecinos del casco histórico de Sevilla, como la del barrio de Santa Cruz, Arenal Torre del Oro o de la Casa de la Moneda, que han solicitado al Ayuntamiento de Sevilla, liderado por José Luis Sanz del Partido Popular, que revoque la prórroga concedida en septiembre con respecto a la normativa municipal de 2020 que permitía la ampliación de las terrazas de veladores de los negocios hosteleros para facilitar su actividad durante la pandemia.
Según estas asociaciones, la medida permitía la instalación de veladores en zonas de aparcamiento y en espacios públicos no relacionados con el tercio exterior del acerado de la fachada del establecimiento, siempre que estuvieran próximos al local y no implicaran el cruce de calzada.
Estas entidades argumentan que la ampliación de los espacios para veladores estaba condicionada, según la normativa de 2020 prorrogada en septiembre de 2023, a circunstancias excepcionales como la celebración de eventos importantes para la ciudad o situaciones económicas, sanitarias o sociales de interés general que aconsejaran la medida.
En este sentido, las asociaciones destacan que las circunstancias excepcionales que justificaban la ampliación de las terrazas de veladores ya no están presentes y que el Ayuntamiento no ha garantizado el cumplimiento de las limitaciones establecidas para la prórroga concedida, por lo que solicitan la suspensión de la misma por razones de seguridad jurídica.
Además, señalan que el proyecto de nueva ordenanza de veladores impulsado por el Gobierno local del PP ha recibido críticas por parte del Consejo Económico y Social de Sevilla, que advierte sobre la falta de explicación de la consolidación de ocupaciones transitorias de plataformas sobre plazas de estacionamiento y terrazas en zonas de cruce de calzada.
El Consejo también destaca la importancia de salvaguardar la accesibilidad y la libre circulación de los ciudadanos, así como el patrimonio histórico, para evitar la pérdida de la personalidad de ciertas zonas con alta densidad de establecimientos y garantizar la convivencia.
En cuanto al aumento del horario de cierre de las terrazas propuesto en la nueva ordenanza, se prevé que genere conflictos entre los hosteleros y los residentes debido al ruido que puede generar.