El Ayuntamiento de Tomares toma medidas drásticas ante los incumplimientos técnicos de la empresa encargada de la piscina cubierta de la localidad. En aras de garantizar la seguridad y salud de los usuarios, se ha decretado el cierre cautelar de estas instalaciones hasta que la compañía justifique la subsanación de las deficiencias detectadas.
Tras una exhaustiva inspección por parte de los servicios técnicos municipales, se han constatado una serie de fallos en la cubierta desmontable que podrían suponer un grave peligro para los bañistas. Ante esta situación, el Consistorio ha abierto un expediente administrativo y ha requerido a la empresa responsable que proceda a la reparación inmediata de dichos desperfectos.
La cubierta en cuestión es instalada cada año al finalizar la temporada de verano y sometida a una inspección previa para garantizar su correcto funcionamiento. Sin embargo, en esta ocasión se han hallado defectos que podrían ocasionar que la lona exterior se desplome sobre los usuarios de la piscina, con el consiguiente riesgo de lesiones e incluso de ahogamiento.
Además, se ha constatado la presencia de manchas de humedad en la cubierta, lo que añade un riesgo adicional para la salud de los bañistas. Desde el Ayuntamiento se hace hincapié en que la empresa no está exenta de la responsabilidad de velar por la seguridad y bienestar de los usuarios.
Esta medida de cierre cautelar busca salvaguardar la integridad de los ciudadanos mientras se subsanan los problemas técnicos detectados. El Ayuntamiento se muestra firme en su compromiso de garantizar la seguridad en las instalaciones públicas y espera que la empresa cumpla con sus obligaciones para que la piscina cubierta pueda reabrir lo antes posible.