El equipo de investigación del Centro Andaluz de Biología del Desarrollo ha implementado una nueva herramienta genética para estudiar y modificar el genoma de bacterias de la familia Sphingomonadaceae, en particular la bacteria Sphingopyxis granuli TFA, reconocida por su capacidad para degradar compuestos tóxicos. Este avance, publicado en la revista Access Microbiology, busca superar las limitaciones en la manipulación genética de estas bacterias no modelo, que dificultan su potencial en biorremediación.

Según explicó Francisca Reyes Ramírez, líder del grupo de investigación, la incorporación de un alelo del gen rpsL que hace a la bacteria sensible a la estreptomicina ha permitido identificar recombinantes de manera más eficiente. Esta mejora en el sistema de mutagénesis reduce significativamente el tiempo necesario para generar mutantes en Sphingopyxis granuli TFA, facilitando la investigación sobre sus características medioambientales.

Además, esta innovación abre la posibilidad de aplicar este método en otras bacterias de la familia Sphingomonadaceae, lo que beneficia a otros grupos de investigación interesados en trabajar con estas bacterias no modelo.

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