La defensa de un individuo acusado de violencia doméstica y de género ha argumentado que el cambio en su inscripción registral, identificándose ahora como mujer, responde a su identidad de género y no a un intento de evitar la cárcel. Según los abogados que representan a esta persona, ella siempre se ha sentido mujer, pero se vio cohibida por la sociedad en expresar su verdadera condición sexual. Además, niegan las acusaciones de maltrato por parte de su expareja y denuncian una «denuncia falsa» con el objetivo de burlarse de la Justicia.
Por otro lado, critican el «ensañamiento» de los medios de comunicación, quienes no han mostrado interés en conocer las circunstancias personales de la acusada y han juzgado directamente sin buscar la otra versión de los hechos. Este caso ha generado controversia en el ámbito judicial, ya que el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número dos de Sevilla se ha inhibido a favor de los juzgados de Instrucción debido al cambio de sexo de la acusada.
La defensa de la parte denunciante ha interpuesto un recurso de reposición contra esta decisión judicial, argumentando que el cambio de sexo no debería alterar el régimen jurídico aplicable en materia de violencia de género. Por su parte, el abogado penalista que representa a la acusación particular ha calificado este cambio de sexo como un «fraude de ley» para evitar un juicio por violencia de género.
Finalmente, el Juzgado de Instrucción número 14 ha suspendido el juicio previsto para este caso debido a la introducción de un parte de lesiones no documentado previamente, lo que generó una situación de indefensión para la defensa y la Fiscalía. Esta suspensión ha provocado más daño psicológico para la denunciante, mientras que la defensa insiste en que la acusada fue agredida por su expareja y que no hay una estrategia para suspender el caso.
