Fundación Cruzcampo celebra la culminación de su programa insignia, Talento Cruzcampo, en una gala de graduación que ha tenido lugar en Factoría Cruzcampo, la microcervecería sevillana donde se llevan a cabo las prácticas. Este evento ha reunido a estudiantes, familias, profesores y destacadas personalidades del mundo gastronómico para celebrar los logros de los jóvenes que han completado el programa de formación y becas después de un año de crecimiento personal y profesional.

La consejera de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía, Rocío Blanco, ha presidido el acto, que ha sido moderado por Raquel Revuelta. Carmen Ponce, presidenta de la Fundación Cruzcampo, ha destacado en un comunicado el «impacto positivo» que tienen este tipo de iniciativas en la sociedad en general, y en la hostelería en particular, al impulsar el talento joven y su inserción laboral.

«En Fundación Cruzcampo estamos profundamente comprometidos con nuestra comunidad, y por ello hoy celebramos el propósito por el que hace 28 años nació la Fundación: apoyar el talento joven para brindar un mundo mejor», ha afirmado Ponce.

Por su parte, la consejera Rocío Blanco ha resaltado el «ejemplo de profesionalidad y de compromiso» que representan los alumnos de la tercera promoción de Talento Cruzcampo, el programa formativo en el ámbito de la Hostelería que promueve el Grupo Heineken.

Esta fundación cervecera, la más antigua del país, ha contribuido «con éxito» a la mejora de las oportunidades de tres generaciones de jóvenes procedentes de diferentes partes del mundo. Más de 200 participantes han disfrutado de la beca que les capacita para ser profesionales en sala y cocina, y en la próxima edición se sumarán cerca de 70 alumnos más.

La red de colaboradores de la Fundación, que incluye compañías como Coca Cola, DHL, Covap, Refrival, Boortmalt, Caixabank, Autismo de Sevilla, Horno de Vélez, Bodegas Barbadillo, Fundación Valentín de Madariaga y Human Age Institute de Manpower, también ha contribuido al éxito del programa.

Marta, una de las alumnas, ha destacado que «hemos aprendido no solo habilidades en sala y cocina, sino también el valor del trabajo en equipo, la pasión por la excelencia y el arte de crear experiencias memorables. No hemos finalizado el programa y ya hemos recibido muchas ofertas de empleo en lugares que de otra forma serían mucho más difíciles de alcanzar».

La tasa de empleabilidad tras finalizar el curso es del 95%, con más de la mitad de los graduados trabajando en establecimientos de alta gastronomía, lo que refleja el compromiso continuo de Fundación Cruzcampo de nutrir y empoderar a la próxima generación de profesionales de la hostelería.

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