La Diputación de Sevilla ha anunciado la licitación de un contrato anual por un importe máximo de 150.000 euros, IVA incluido, para la recogida de residuos y limpieza en el camino del Rocío durante la Romería, debido al aumento de peregrinos, hermandades y propuestas de tránsito modificadas. Esta medida se toma considerando que se trata de lugares de alto valor ecológico que requieren la intervención de los poderes públicos para prevenir y reparar posibles daños medioambientales provocados por el elevado número de peregrinos.
Según la memoria técnica de la contratación, los ayuntamientos de los municipios sevillanos afectados por el tránsito de las hermandades del Rocío no cuentan con los medios necesarios para hacer frente a la recogida y tratamiento de los residuos generados en este evento multitudinario, que es un servicio de competencia municipal. Por esta razón, la Diputación se encarga de la recogida de residuos y limpieza en el itinerario del camino en terrenos públicos, afectando a un total de once municipios de la provincia.
Para la Romería de 2024, se prevé la consideración de nuevos itinerarios de paso y zonas de descanso adicionales debido al incremento de peregrinos, hermandades y propuestas de tránsito modificadas en comparación con años anteriores. Esto implica un aumento en el presupuesto inicial de licitación del contrato anual, que este año asciende a 136.363 euros.
La Romería del Rocío se llevará a cabo el fin de semana del Domingo de Pentecostés, el 19 de mayo de 2024, con las hermandades iniciando el camino el lunes previo, el 13 de mayo, en coordinación con el Plan Romero activado por la Junta de Andalucía. Los trabajos de limpieza comenzarán la semana anterior al 13 de mayo para garantizar que las hermandades cuenten con el servicio de recogida de residuos desde el inicio de su peregrinación.
En relación con el antiguo «peaje rociero» derogado en Aznalcázar, que imponía una fianza y una cuota a las hermandades rocieras que pernoctaban en los pinares del municipio, se recuerda el convenio firmado entre la Diputación y el Ayuntamiento en ese momento. Esta medida buscaba prevenir daños en el medio natural y compensar los costes generados por las hermandades que pernoctaban en la zona.