Ecologistas en Acción Sevilla ha presentado un informe detallando las preocupaciones medioambientales que afectan a la provincia, con un enfoque especial en la situación de Doñana. La organización destaca dos desarrollos recientes que podrían tener un impacto positivo en la protección del espacio natural: la aplicación de la Ley sobre Extracciones Ilegales y las propuestas de restauración y recuperación de aportes de aguas superficiales.
El Ministerio ha asignado una partida de 340 millones de euros para abordar la situación, lo que Ecologistas en Acción Sevilla considera un paso en la dirección correcta. Sin embargo, la organización hace hincapié en la necesidad de un enfoque integral que incluya la reconexión del río Guadalquivir con el brazo de la Torre para la restauración de los perfiles marismeños.
Además, la organización advierte que las actividades de dragado en el río Guadalquivir, especialmente en relación con la ampliación del calado del puerto de Sevilla, han tenido un impacto significativo en la turbidez del agua, lo que subraya la necesidad de reconsiderar los planes de expansión portuaria.
Otra preocupación importante para Ecologistas en Acción Sevilla es la proliferación de proyectos mineros en la provincia, que consideran una amenaza para Doñana. A pesar de esto, la organización celebra la paralización de la actividad destructiva en la macrocantera de la Sierra de Esparteros en Morón de la Frontera, como resultado de una sentencia que declaró su ilegalidad.
En cuanto al suministro de agua, la escasez estructural y los efectos del cambio climático están generando dificultades, especialmente para los pueblos de la Sierra Norte y Sierra Sur que no están conectados a sistemas de abastecimiento principales. A pesar de contar con planes de emergencia y herramientas para abordar la sequía, Ecologistas en Acción Sevilla critica la gestión del agua por priorizar su uso agroindustrial y turístico.
Finalmente, la organización ha advertido sobre el impacto negativo del cambio de cultivos herbáceos a leñosos, principalmente olivares, en la Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) de la campiña sevillana. Estos desarrollos subrayan la importancia de abordar los desafíos medioambientales de manera integral y urgente.