La Consejería de Desarrollo Educativo en Sevilla ha decidido otorgar al instituto de educación secundaria (IES) de Castilleja de Guzmán la nueva denominación de «Dama de Marfil», en reemplazo del antiguo Colegio de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Argantonio. Esta decisión se basa en los hallazgos de una investigación científica que reveló que los restos óseos del llamado «gran mercader de marfil» del dolmen de Montelirio, en ese municipio, corresponden a una mujer y no a un hombre como se creía anteriormente.

La orden emitida por la consejera del ramo, Patricia del Pozo, el 19 de julio, se basa en el expediente de solicitud de denominación específica enviado por la Delegación Territorial de Desarrollo Educativo y Formación Profesional y de Universidad, Investigación e Innovación en Sevilla, y a propuesta del director general de Planificación, Centros y Enseñanza Concertada.

La investigación titulada ‘Amelogenin peptide analyses reveal female leadership in Copper Age Iberia (c. 2900-2650 BC)’ fue llevada a cabo por el Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla en colaboración con la Universidad de Viena y el departamento de Medicina de dicha institución, siendo publicada en la revista Scientific Reports del grupo Nature.

En el estudio se revelaron los resultados del análisis de péptidos realizado en el esmalte dental del esqueleto encontrado en un enterramiento individual cerca del ‘tholos’ calcolítico de Montelirio en Castilleja de Guzmán. Este esqueleto, de una persona de entre 17 y 25 años, fue enterrado con un rico ajuar que incluía un colmillo de elefante africano, un plato de cerámica, filos de sílex, una hoja de daga de sílex y marfil, una pieza de ámbar, entre otros objetos.

El análisis de péptidos permitió determinar que los restos óseos, anteriormente atribuidos a un hombre «mercader de marfil», en realidad pertenecen a una mujer. Se cree que esta mujer, conocida ahora como la «Señora del Marfil», ocupaba una posición social destacada debido a la naturaleza individual de su tumba y al extraordinario conjunto de objetos encontrados junto a ella.

Este descubrimiento ha llevado a replantear las interpretaciones del pasado y el papel de las mujeres en la complejidad social de la Edad del Cobre en la península ibérica.

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