El Servicio de Dermatología del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla ha emitido una alerta sobre los peligros de la exposición solar crónica y las quemaduras cutáneas, especialmente durante la infancia, que pueden derivar en los tumores de piel más comunes, como los carcinomas escamosos y melanomas. Según informan, en la provincia de Sevilla, diez de cada 100.000 habitantes son diagnosticados con melanoma anualmente, por lo que la detección temprana es fundamental para aumentar las posibilidades de curación.
El jefe de Servicio de Dermatología, David Moreno, destaca que el sol no es el enemigo, sino la forma y el momento en que nos exponemos a él. En una región como la nuestra, la exposición solar no se puede evitar, pero es necesario adoptar hábitos saludables al respecto.
Los tumores cutáneos suelen ser detectables a simple vista, lo que facilita su tratamiento temprano. En ocasiones, no es necesario realizar pruebas diagnósticas complejas, ya que pueden ser identificados visualmente. En casos de sospecha, se envía una muestra al Servicio de Anatomía Patológica para su confirmación.
En situaciones de cáncer avanzado, la cirugía es la primera opción de tratamiento. Sin embargo, cuando el melanoma ya no es operable, se recurre a tratamientos sistémicos como la inmunoterapia y las terapias dirigidas, que buscan activar el sistema inmunológico para combatir la enfermedad.
Factores de riesgo como la piel clara, antecedentes familiares de cáncer de piel y la presencia de nevus atípicos aumentan la probabilidad de desarrollar neoplasias cutáneas. Por ello, se recomienda el uso de protección solar, gorras o sombreros durante el verano y evitar la exposición prolongada al sol para mantener una relación saludable con este.