SEVILLA, 4 Jun. (EUROPA PRESS) –
En medio de la convocatoria realizada por Greenpeace y Ecologistas en Acción para las 19,00 horas de este miércoles en el Muelle de la Sal, en protesta por el vertido «tóxico» al río Guadalquivir del nuevo proyecto de explotación de la mina de Aznalcóllar (Sevilla) a cargo de Minera Los Frailes, sociedad formada por la alianza empresarial entre Grupo México y Minorbis; el consejero de Política Industrial y Energía, Jorge Paradela, ha afirmado que el proyecto es «totalmente respetuoso» con el medio ambiente y que se realizarán pruebas analíticas «minuciosas» del agua.
En sus declaraciones a los medios, el consejero Paradela ha destacado que la minería en la actualidad «no se parece en nada a la de hace 25 o 30 años» y que el proyecto de reapertura de la mina de Los Frailes tampoco se asemeja al llevado a cabo por Boliden-Andaluza de Piritas S.A. (Apirsa) en 1998, cuando se produjo el vertido de cinco millones de metros cúbicos de lodos contaminantes en la cuenca del río Guadiamar, afectando a unas 4.400 hectáreas, incluso zonas cercanas al parque natural de Doñana.
Según ha explicado, el nuevo proyecto de reapertura de la mina de Aznalcóllar no implica la reapertura de la antigua corta a cielo abierto, sino que propone una explotación subterránea y no contará con una balsa de residuos.
Mientras los ecologistas aseguran que el proyecto supone el vertido de 85.520 millones de litros de aguas contaminadas con metales pesados durante 18 años y medio, Paradela ha argumentado que la empresa tiene un sistema para «reutilizar el 80 por ciento del agua utilizada en el procesamiento de minerales».
El consejero ha defendido que la minería metálica actual es «totalmente respetuosa con el medio ambiente» y ha avanzado que se realizarán pruebas analíticas exhaustivas del agua en la antigua corta minera y en el río, con más de «16.000» muestreos durante el primer año y medio.