La Policía Local de Sevilla llevó a cabo un total de 17 inspecciones durante la noche, resultando en el precinto de dos establecimientos. El primero, ubicado en Nervión, fue cerrado por vender bebidas alcohólicas para ser consumidas fuera del local. Mientras tanto, el segundo establecimiento en Sevilla Este fue clausurado por obstruir las salidas de emergencia y por mantener más de 70 alimentos perecederos sin trazabilidad ni cadena de frío, poniendo en riesgo la salud pública.
Además, este establecimiento, que había sido denunciado por vender alcohol a menores, fue descubierto que operaba sin licencia de apertura ni seguro de responsabilidad civil, según informó la Policía Local de Sevilla.