La jornada de hoy en la Audiencia de Sevilla ha continuado con las peticiones de pena del fiscal Anticorrupción Fernando Soto, quien mantiene su solicitud de cuatro años de prisión por presunta malversación y diez años de inhabilitación especial por prevaricación para el ex director general de la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe) Fernando Villén, así como dos años y medio de prisión por supuesta malversación y cuatro años de inhabilitación por prevaricación para el exalcalde socialista de Lebrija Antonio Torres García.
En esta nueva sesión, la Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla ha reunido al exdirector de la Faffe, previamente condenado a seis años de cárcel por delito de malversación, y al exalcalde socialista de Lebrija, para que ambos declaren ante el tribunal.
Según el auto de transformación de las diligencias en procedimiento abreviado, tras la salida de Antonio Torres de la Alcaldía de Lebrija en 2003, habría solicitado a Fernando Villén un puesto en la Faffe, creando un cargo directivo específicamente para él, a pesar de no contar con la formación necesaria para dicho puesto.
El juez instructor señala que Torres García fue contratado en un puesto temporal que luego se convirtió en indefinido, sin seguir los procedimientos habituales de contratación y prescindiendo de otros posibles candidatos. Además, se creó un departamento ficticio para él, sin funciones reales ni personal adscrito.
Durante el juicio, testigos han declarado que no vieron físicamente a Torres García en la Faffe, aunque reconocen haber tenido contacto con él por motivos relacionados con la fundación. Otras personas señalan que apenas lo veían en las instalaciones y que desconocían su labor allí.
Fernando Villén ha admitido que el exalcalde socialista de Lebrija no accedió a la Faffe por los canales habituales de contratación, sino que fue contratado directamente en un puesto directivo para captar recursos externos.
En su comparecencia, Villén ha defendido la «trayectoria» de Torres García y su capacidad para captar fondos, asegurando que no necesitaba una ubicación fija en la sede de la Faffe para desempeñar su labor. Por su parte, el exalcalde ha afirmado que asistía regularmente a la fundación para informar sobre su trabajo, que resultó en la captación de importantes recursos para la entidad.