La localidad de Bormujos, en Sevilla, ha experimentado un aumento significativo en la delincuencia, según denunció el secretario general de los socialistas en el municipio, Francisco Molina. Esta situación se ha producido bajo el gobierno de una coalición entre el PP y Vox, lo que ha generado preocupación en la población.
Molina ha expresado su preocupación por el incremento de robos con fuerza en locales comerciales y casas particulares, así como por los asaltos a plena luz del día. El secretario general atribuye esta situación a la falta de previsión del nuevo gobierno municipal, que no ha cubierto dos de las cuatro plazas vacantes de la Policía Local, dejando al cuerpo policial en una situación precaria.
El portavoz del Ayuntamiento de Bormujos, Luis Paniagua, ha respondido a estas acusaciones señalando que desde la llegada de la alcaldesa Lola Romero se han incorporado tres nuevos agentes a la policía municipal, con planes para incorporar tres más en el futuro cercano. Paniagua también ha criticado a Molina, recordando que durante su mandato se registró la tasa de delitos más alta de la historia del municipio.
La situación en Bormujos ha generado un debate político sobre la gestión de la seguridad y la Policía Local en el municipio, con acusaciones cruzadas entre los diferentes partidos.