La exposición «Swimming Pripyat» de Rodrigo Vargas se encuentra actualmente en la sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Sevilla (COAS) hasta el 15 de marzo, ofreciendo a los visitantes la oportunidad de reflexionar sobre los eventos ocurridos en la ciudad de Pripyat, en Ucrania, después del desastre nuclear de Chernóbil en 1986. A través de la arquitectura, el artista invita a explorar las conexiones entre Pripyat y otras ciudades que han experimentado tragedias similares.
Pripyat, una ciudad «atómica» construida para albergar a los trabajadores de la central nuclear y sus familias, se presenta ahora como una Pompeya moderna, inmóvil en el tiempo pero luchando contra la naturaleza que poco a poco la reclama. La exposición muestra un paisaje desolado que aún guarda un destello de esperanza, donde la ruina y la dualidad entre lo natural y lo artificial se entrelazan en cada obra.
Juanma García Nieto, vocal de Actividades del COAS, destaca la importancia de la relación entre arquitectura y arte, resaltando la singularidad de la exposición «Swimming Pripyat» como un reflejo de cómo la arquitectura puede generar situaciones únicas. Por su parte, Rodrigo Vargas, el artista detrás de la muestra, destaca la elección de la sede del Colegio de Arquitectos de Sevilla como el lugar ideal para exhibir su obra debido a la influencia arquitectónica en su proyecto.
La exposición, que ha itinerado por varias ciudades de España, estará abierta al público en la sede del Colegio (Plaza Cristo de Burgos, 35) hasta el 15 de marzo, ofreciendo horarios de visita de lunes a viernes por la mañana y dos tardes a la semana. Rodrigo Vargas, nacido en Fregenal de la Sierra (Badajoz), es un artista reconocido con una amplia trayectoria en el mundo de las artes plásticas, con obras en colecciones prestigiosas y reconocimientos por su labor creativa e investigadora. Su enfoque en la relación entre arquitectura, arte y tragedia ofrece una perspectiva única para los espectadores de «Swimming Pripyat».










