Un grupo de investigadores del Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBiS) y la Universidad de Sevilla (US) ha llevado a cabo un estudio que destaca el papel de la melatonina como posible tratamiento complementario para la esclerosis múltiple remitente-recurrente (EM-RR). Los resultados, publicados en el Journal of Autoimmunity, muestran que la combinación de melatonina y corticoides ha demostrado proteger al 90% de los animales estudiados, reduciendo la neuroinflamación y la dosis necesaria de corticoides.
La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune que afecta a aproximadamente 50.000 personas en España y se caracteriza por la destrucción de la mielina, la cual es vital para la transmisión de los impulsos nerviosos. El tratamiento convencional para la EM-RR implica altas dosis de glucocorticoides, como la metilprednisolona, pero puede llevar a efectos secundarios significativos.
El equipo de NeuroInmunoEndocrinología Molecular, dirigido por el profesor Antonio Carrillo Vico, ha encontrado que la melatonina en combinación con la metilprednisolona ofrece una protección eficaz contra los síntomas de la enfermedad en animales de laboratorio. Además, el uso de melatonina ha permitido reducir la dosis de corticoides hasta en cuatro veces, lo que supone una disminución notable de los efectos secundarios asociados.
Los hallazgos de este estudio han allanado el camino para un ensayo clínico en humanos, denominado MELATOMS-1, que evaluará la eficacia y seguridad de la melatonina en pacientes con esclerosis múltiple primaria progresiva. El objetivo es explorar el potencial de la melatonina para mejorar la calidad de vida de los pacientes con EM-PP, una forma más agresiva de la enfermedad para la cual actualmente hay pocas opciones de tratamiento disponibles en España.
El profesor Carrillo Vico ha destacado que el uso de la melatonina podría representar un avance significativo en el manejo de la inflamación y la reducción de la dosis de corticoides en la esclerosis múltiple, lo que podría traducirse en beneficios importantes para los pacientes. Este estudio ha sido financiado por la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía.