La Universidad pública Pablo de Olavide (UPO) de Sevilla ha puesto en marcha el proceso de licitación de las obras para la restauración de la antigua central térmica del campus, la cual es un Bien de Interés Cultural (BIC) y está incluida en el catálogo general del Patrimonio Histórico Andaluz. El presupuesto para esta intervención asciende a 3.897.839 euros (IVA incluido) y se estima un plazo de ejecución de doce meses. El proyecto de rehabilitación fue encargado a la sociedad SurSuroeste arquitectos S.L.P., quienes resultaron ganadores del concurso convocado por el Rectorado con el objetivo de asegurar la calidad arquitectónica de la actuación.
Según lo establecido en el proyecto, la antigua central térmica será transformada en un espacio de coworking para profesores asociados, contará con una sala de estudio para los alumnos, un office-comedor, despachos, talleres y aulas, entre otros servicios. Una vez finalizadas las obras de restauración integral, se trasladarán las funciones actualmente desempeñadas en los edificios 11A y 11B del campus, los cuales albergan aulas, despachos, salas de juntas, departamentos y seminarios. Para financiar esta rehabilitación, la UPO cuenta con fondos europeos del Plan de Impulso a la Rehabilitación de Edificios Públicos (Pirep).
El objetivo principal de la actuación es mejorar la eficiencia energética del edificio en comparación con los edificios 11A y 11B, donde actualmente se encuentran los servicios de la UPO que serán trasladados a la central térmica una vez concluyan las obras de restauración. La intervención también contempla la adaptación a las nuevas necesidades, la seguridad, habitabilidad, respeto al medioambiente, eficiencia energética, mantenimiento posterior, calidad del ambiente laboral y el cumplimiento de los requisitos del Pirep, tal como se detalla en la licitación de la obra.
Se tiene previsto intervenir en una superficie total construida de 2.117,14 metros cuadrados y una superficie en planta de 1.122,82 metros cuadrados. La antigua central térmica representa el cierre del conjunto de edificios que formaban parte de la Universidad laboral y actualmente de la Universidad Pablo de Olavide. Su ubicación al norte de la galería respondía a la posibilidad de abastecer los puntos de consumo de los colegios, talleres y edificios agrícolas, con el apoyo de la cercanía al canal del cual se abastecía de agua. A pesar de su relevancia en el pasado, la central térmica ha llegado a la actualidad en un estado de deterioro preocupante debido a la falta de uso y a las inundaciones que ha sufrido en diferentes momentos.
Ante la importancia del edificio, su catalogación y su avanzado estado de deterioro, la Universidad considera imprescindible llevar a cabo su rehabilitación. Con estas obras, se busca reducir al menos un 30% del consumo de energía primaria no renovable y establecer un plan de gestión de residuos que incluya la reutilización y el reciclado de al menos un 70% de los residuos generados durante las actuaciones.