Un grupo de estudiantes se reunió en la antigua Fábrica de Tabacos, sede del Rectorado de la Universidad de Sevilla, para organizar una acampada en protesta por la guerra en Gaza. A pesar de que la institución académica autorizó la acampada en una zona específica, los estudiantes decidieron instalar el campamento en la avenida de San Fernando.
Durante la asamblea, que contó con la participación de unas 300 personas, se discutió la cancelación de cualquier convenio entre la Universidad de Sevilla y entidades relacionadas con Israel, además de declarar al Gobierno español como «cómplice del genocidio» en Gaza. Tras dos horas de debate, se decidió instalar la acampada en la zona de la avenida de San Fernando, a pesar de las condiciones establecidas por la universidad.
En la Universidad Pablo de Olavide (UPO), alrededor de 80 estudiantes universitarios también realizaron una acampada en los espacios deportivos cercanos al pabellón 37 del campus.