Los servicios de Cardiología de los hospitales Virgen del Rocío de Sevilla y Reina Sofía de Córdoba han llevado a cabo la segunda edición del curso práctico centrado en el intervencionismo complejo de la válvula tricúspide, una de las cuatro válvulas que regulan el flujo sanguíneo a través del corazón. Este encuentro formativo ha reunido a más de 100 especialistas de España y Portugal en imagen cardíaca y Hemodinámica durante dos días de trabajo.
En esta ocasión, el foco del encuentro ha estado en la consolidación de las técnicas, dividiendo el contenido en cinco grandes bloques. La mayor parte de la formación ha tenido un enfoque práctico, con la programación de tres casos de pacientes con insuficiencia tricúspide severa, realizados en el Hospital Reina Sofía y un cuarto retransmitido en directo desde Oviedo.
Según la Consejería de Salud y Consumo, el jefe de Cardiología del Hospital Universitario Virgen del Rocío, José Díaz, ha destacado que «la afectación de la válvula tricúspide es una patología muy prevalente que afecta a enfermos en los que la única alternativa hasta ahora era una cirugía cardíaca de un riesgo al menos moderado».
El tratamiento percutáneo de la insuficiencia tricúspide, complejo y en gran desarrollo, ofrece a estos pacientes una alternativa a través de una técnica segura. La unidad de Hemodinámica del Área del Corazón del Hospital Virgen del Rocío ha tratado a más de 20 pacientes en los últimos dos años, empleando la terapia percutánea de reparación borde a borde, con buenos resultados de seguridad y eficacia, y una evidente mejoría clínica de los pacientes.
El jefe de Cardiología del Hospital Reina Sofía, Manuel Pan, ha subrayado que el curso pretende ser un espacio de actualización entre especialistas que trabajan en el campo de la Cardiología Intervencionista y de la imagen cardiaca, a fin de seguir avanzando en la personalización de tratamientos y en la precisión de las intervenciones a través de la incorporación de las nuevas tecnologías de imagen.
Además, se ha resaltado «el valor de que los servicios de Cardiología de estos dos grandes hospitales de tercer nivel y referentes en esta especialidad a nivel nacional se unan para fomentar la coordinación y homogeneizar los tratamientos, a través de la puesta en común de puntos de vista y experiencias de los y las especialistas».
En cuanto a los tratamientos, se ha explicado que la válvula tricúspide se encarga de mantener la sangre fluyendo en la dirección adecuada a través del músculo cardíaco. Cuando no funciona correctamente, puede interferir en la dirección adecuada del flujo sanguíneo y obligar al corazón a trabajar más para llevar la sangre necesaria a los pulmones y al resto del cuerpo. Hasta ahora, el principal tratamiento para estos pacientes consistía en la medicación, pero gracias al avance en las técnicas y de la imagen, se abren nuevas posibilidades terapéuticas no quirúrgicas como el cateterismo. Además, se estima que en los próximos años la patología de la válvula tricúspide aumentará, especialmente provocada como consecuencia de otras patologías como la insuficiencia cardiaca.